Mchoy, Peter et al., (1994), la biblia de las hierbas, Londón. Konemann.
El ginseng está considerado por naturistas y entusiastas de las herbas como una planta medicinal de capital importante. Aunque el ginseng chino es una especie diferente ambas poseen un aspecto similar y se usa del mismo modo. Las hojas divididas en cinco lóbulos i folíolos nacen en los extremos de los tallos de 30 a 45 cm emergentes de la base de las planta. A principios del verano aparecen pequeñas flores verdes en los ejemplares adultos, tres o cuatro años después de la siembra. Como la planta entera, las raíces carnosas sólo se desarrollan lentamente. Pese a carecer de gran valor ornamental, el ginseng se puede emplear como planta tapizante en condiciones adecuadas. Merece la pena emprender su cultivo por simple curiosidad, incluso a riesgo de que no prospere. Crece de forma natural en bosques húmedos, así que conviene preparar un arriate pequeño especial en un lugar sombrío, y enriquecer la tierra con materia que propicie la formación de humus, como mantillo de jardín, estiércol y hojas descompuestas. Se puede cultivar por semillas si bien estas no suelen adquirir con facilidad. Aunque en algunos viveros de hierbas se venden plantas de ginseng, es poco probable encontrar estas hierbas en centros de jardinerías.
Adilene Hdz. robles
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